miércoles, 24 de noviembre de 2010

Querido, Antonio Puerta

Tres años largos han pasado ya, querido Antonio, y en las retinas del sevillismo permanecen inalterables las imágenes de aquel nefasto domingo de Agosto cuando el corazón te hizo doblar la rodilla en el césped de Nervión.

Querido Antonio: las cosas han cambiado mucho en estos tres años. Volvimos a ser campeones y dejamos atrás esa época oscura en la historia de nuestro querido club en la que deambulábamos, sin pena ni gloria, por los campos de España.

Tu contribución a esos éxitos ha sido ensalzada por todos y tu pérdida, por cruel e inesperada, lamentada por muchos. Pero somos nosotros, tu afición, los sevillistas, los “fieles de Nervión”, los que hemos sentido profundamente tu ausencia en estos años. No ha pasado un solo día en nuestra bombonera, querido Antonio, en el que no hayas estado presente en nuestros corazones. Cada partido en Nervión, el mundo se detiene y las arritmias se disparan en el minuto 16, y así será siempre, porque ese será nuestro legado para las futuras generaciones de sevillistas.
Cuando el tiempo erosione la memoria, cuando las canas florezcan sobre nuestras sienes, cuando los hijos de nuestros hijos, ocupen nuestro lugar en la grada del Ramón Sánchez Pizjuán, seguirá deteniéndose el tiempo en ese minuto 16. Tan eterno como tú, querido Antonio.

Hoy 24 de noviembre de 2010, un año más, el equipo de tus amores, el de tu niñez, el de tu vida, el que te hizo disfrutar en vida, el que te hizo internacional, te rinde homenaje en tu casa, en tu estadio, en tu barrio, con tu gente. Y allí, esta noche fría y lluviosa de noviembre, tu familia sevillista, volveremos a parar los relojes en el minuto 16. Volveremos a verte feliz en las imágenes del estadio, volveremos a recordarles a todos, que un día, tú cambiaste para siempre la historia del club más grande del sur de Europa. Nos vemos esta noche, Antonio, porque no importa el rival. Esta noche es para tí, Antonio