miércoles, 21 de diciembre de 2011

Con todo respeto, estimado Presidente


Los que conformamos este blog sevillista, no somos, ni jueces, ni abogados, ni fiscales. Sólo nuestra condición de sevillista es la que prevalece en nuestras opiniones aquí expuestas. No enarbolamos más banderas que la de nuestro glorioso club, ni más colores que los de nuestro escudo: el blanco y el rojo.

En razón a esta máxima, lamentamos profundamente la situación jurídica que por asuntos ajenos a nuestro club, atraviesa usted, admirado Presidente, y al que deseamos fervientemente, que su anunciado recurso ante las instancias judiciales superiores, le sea favorable.

Dicho esto, y desde nuestra condición de sevillistas de base, y sin vinculación a ningún grupo accionarial mayoritario, y sin más ánimo ni interés que no sea el deseo siempre, de buscar lo mejor para nuestro querido Sevilla Fútbol Club, creemos conveniente y necesario solicitarle, a modo de reflexión, que una vez producida y publicada la severa sentencia condenatoria y mientras su situación judicial se resuelve definitivamente, debería dejar la Presidencia del Club. Y lo hacemos en la única tribuna de la que disponemos: nuestro blog sevillista.

Estamos convencidos de que no es bueno para la entidad tener a nuestra máxima representación institucional lastrado y mediatizado por una seria amenaza de privación de su libertad e inhabilitación absoluta. Como es lógico y natural, todos sus esfuerzos, estimado Presidente,  deben encaminarse ahora en defender su presunción de inocencia hasta que la sentencia no sea firma ante los tribunales de justicia, velar por la integridad de su familia y su patrimonio, y luchar denodadamente por restablecer su honor e integridad profesional, seriamente cuestionada por la sentencia hecha pública el pasado lunes, día 19 de Diciembre.

Cuando la perspectiva a corto y medio plazo es esa, humanamente es imposible desarrollar adecuadamente cualquier otra actividad que no sea la de luchar, día y noche por conseguir la revocación de esa sentencia. Y como consecuencia, creemos que para usted, para su familia y para el futuro de su vida, su dimisión, de la presidencia del Sevilla Fútbol Club, es necesaria y conveniente.

Sabe usted mejor que nadie, que no se puede dirigir ninguna empresa, y mucho menos un club de fútbol como el nuestro, a medio gas, ni delegando sus responsabilidades al frente de la entidad, ni estar permanentemente decidiendo donde estar presente y donde no, y mucho menos apareciendo y desapareciendo de la primera fila en función del desarrollo del proceso judicial. La sentencia condenatoria de la Audiencia Provincial de Málaga, aún en primera instancia, tiene todavía, afortunadamente para usted, recorrido ante los tribunales, pero sin duda alguna, y en el plano estrictamente deportivo, su permanencia en la Presidencia del Sevilla Fútbol Club, puede servir para que algunos, amparados en el lógico deterioro personal que una condena de este tipo representa para cualquier ciudadano, lo aproveche para hacer daño al club que usted y nosotros amamos como nadie. Y eso sí puede ser irreversible.

Su impronta durante su mandato en la dirección de nuestro club, viene siendo extraordinaria y brillantísima. Su valiosísima gestión y su capacidad para sacar a la entidad de la precariedad económica de las últimas décadas; su visión para situar a nuestro glorioso club entre los grandes de España y de Europa, han sido determinantes en su trayectoria como Presidente del Sevilla Futbol Club. Una gestión brillante en lo económico, eficaz y modélica en lo institucional y exitosa en lo deportivo como en ninguna otra época de nuestra gloriosa historia y que ha servido para que el sevillista recuperara su orgullo de serlo tras años de calamitosas gestionas y fracasos deportivos. Todo eso no puede irse por la borda, y por muy dolorosa que sea la decisión, el mejor presidente de la historia centenaria del Sevilla Fútbol Club, no puede permitirse el lujo de seguir al frente de la entidad, sin ignorar el daño que ello puede acarrearle a nuestro club.  

Desde el máximo respeto a quien todavía es nuestro presidente, y con la convicción de que usted siempre ha actuado al frente de la entidad poniendo por delante lo que en cada momento de su mandato le interesaba al club, le pedimos, desde nuestra modesta reflexión como sevillistas, que su último servicio al club de sus amores, sea presentar la dimisión. Será un acto que le honre y que el sevillismo reconocerá como se merece. 

Una de sus mayores virtudes como presidente, Sr Del Nido, ha sido contribuir como nadie a formar un Consejo de Administración con vocación de equipo y formado por sevillistas serios, rigurosos, plenamente capacitados y muy profesionales. Ese equipo que usted ha construido, ha puesto sólidos pilares para que el futuro deportivo, social e institucional de nuestro querido club, sea si cabe, aun más halagüeño. Debe estar tranquilo el sevillismo si usted, mejor que nadie, pasa la página antes de que las circunstancias le obliguen a ello.

Si a pesar de todo lo dicho, querido y estimado Presidente, sigue considerando lo contrario de lo que aquí manifestamos, sepa usted que sea cual sea el devenir de los acontecimientos, siempre contará con el agradecimiento, el reconocimiento, el respeto  y el apoyo de la afición del Sevilla Fútbol Club, de la que “De Granito” forma parte desde hace más de cuarenta años.

Suerte Presidente

domingo, 18 de diciembre de 2011

A esto no hay derecho


La humillación sufrida hoy en nuestro estadio, es demasiado grande como para poner paños calientes. Dejémonos de milongas sobre la suerte, los árbitros o cualquier otro tópico que sólo utilizan los mediocres cuando quieren justificar lo injustificable. Era difícil repetir el espectáculo del año pasado y lo hemos conseguido. A esto no hay derecho

La liga ya no es competitiva, y será así mientras Madrid y Barcelona se lleven todo el botín en juego, pero esa verdad no puede camuflar un desastroso planteamiento de nuestro entrenador, ni tampoco esa actitud de brazos caídos en la que se han refugiado hoy muchos de nuestros futbolistas. A esto no hay derecho

El Real Madrid es un equipo difícil de meterle mano. A sus muchas virtudes y pocos defectos, hay que sumarle la impronta que le ha dado Mourinho, ese polémico personaje, pero magnifico entrenador que ha sabido inculcar entre sus futbolistas algo tan elemental en cualquier grupo humano como que la colectividad, prima por encima de la individualidad. Con Mourinho, el que no corre no juega, se llame Kaká, Benzema u Ozil. Y en eso el Madrid también nos han ganado hoy por goleada. A esto no hay derecho.

Es difícil cuando te meten seis goles en tu casa, encontrar algún argumento que de alguna forma te haga más llevadero ese escandaloso marcador. Pero difícilmente tenemos los sevillistas esta noche algo a lo que agarrarnos. Sólo la actitud de Navas y Kanouté se salvan de esa indolencia con la que nuestros futbolistas han deambulado durante todo el partido por el césped de nuestra bombonera. A esto no hay derecho.

El equipo está a años luz del que hasta hace poco asombraba a toda Europa. La plantilla de futbolistas ha ido poco a poco vulgarizándose y descendiendo a mil por hora en calidad. Pero eso, que puede entenderlo la afición, debe estar compensado por la actitud de los futbolistas. Cuando la calidad del adversario es infinitamente superior, toca poner encima de la mesa la casta y el coraje que la supla. Y esta noche eso no ha pasado. Y a esto no hay derecho.
A plantillas mediocres, la suelen entrenar entrenadores mediocres, y en las últimas temporadas han pasado por nuestro banquillo algunos de ellos, incluido el que ahora ocupa el lugar que antes tenían Manzano, Álvarez, o Jiménez. Marcelino tiene los genes de un entrenador medroso, miedoso, y poco hábil a la hora de gestionar una plantilla, que si bien no está dimensionada para ganar la liga, si debe ser suficiente para no dar el bochornoso espectáculo de esta noche en nuestro estadio. A esto no hay derecho

Después de 15 jornadas de liga disputadas con más pena que gloria, con partidos infames y derrotas lastimosas, más la eliminación prematura en la UEFA League y el “papelito” del otro día en Lepe, lo más suave que se puede decir de nuestro entrenador, es que el equipo sigue sin encontrar su seña de identidad. Mourinho lo dijo el otro día en la previa del partido: “no sé cómo va a jugar el Sevilla”…nosotros tampoco. Y a esto no hay derecho.

Para ganarle al Madrid, tiene que estar en la hierba tus mejores futbolistas, entre ellos Kanouté. Cuando salió el de Mali íbamos ya 0-3. Y a esto no hay derecho
Cuando sale Campaña, lo primero que hace nuestro canterano, es darle a Navas el pase del primer gol. Hasta entonces, y con el partido 0-4, estaba sentado en el banquillo. A esto no hay derecho
El Madrid nos hace el cuarto gol con un futbolista menos en el campo. Quizás si el entrenador hubiese decido jugar con tres defensas después de la expulsión de Pepe, la afición lo hubiese entendido. Pero mantener durante todo el partido la línea de cuatro atrás para que el rival termine metiéndote seis, es de entrenador ramplón. Y a esto no hay derecho.

Contra el equipo más veloz del Planeta, pusimos la pareja de centrales más lenta: Fazio y Spahic; contra la pareja de centrales más en forma del campeonato: Pepe y Sergio Ramos, pusimos al indolente Negredo en solitario. Y Ronaldo y Di María pasando por encima de nuestros centrocampistas. A esto no hay derecho.

Marcelino tuvo cuando llegó muchísimo crédito. Generó ilusión y transmitía empatía entre la afición. Pocos como él tuvieron la suerte de ganarse a la afición prácticamente sin hacer nada. Sólo su presencia y su discurso, valiente y atrevido sobre el papel, fue suficiente para hacernos creer a todos, que habíamos dado en el clavo con su contratación. Sólo seis meses después esas sensaciones se han ido difuminando a medida que el equipo no responde a lo que de él se esperaba. Hoy Marcelino es un entrenador cuestionado seriamente por la mayoría de la afición, y siendo eso relevante, todavía lo es más el hecho de que da la sensación de que la plantilla no cree en sus métodos. Y si a eso le sumamos el aparente deterioro físico de la plantilla, la conclusión es clara: A esto no hay derecho.

La afición empieza a recelar de las decisiones deportivas tomadas por el Consejo de administración y la dirección deportiva. Las miradas y las protestas irán destinadas más allá del banquillo, si este espectáculo se repite. Porque dos veces seguidas no puede meterte seis goles el Madrid. Y menos el día del homenaje al comandante Drago. A esto no hay derecho.

viernes, 16 de diciembre de 2011

A por ellos…..




















Allí donde habitan los vikingos,
cueva de Alí Babá,
cada domingo,
pongamos que hablo del Madrid.

Cuando salen de Chamartín,
pisotean el país,
Pepe dando leña, por detrás de Higuaín,
pongamos que hablo del Madrid.

Los niños ya no quieren ser vulgares,
y a los niñas les da por perseguir,
a Cristiano y sus cofrades,
pongamos que hablo del Madrid.

Los árbitros no engañan,
la mano negra les acompaña,
¿eso es una patraña?,
pongamos que hablo del Madrid.

El Pizjuan es una torcida cabreada,
el balón, un palmo tras la raya,
en la banda hay un canalla,
pongamos que hablo del Madrid.

Si viene el elefante blanco,
que me busque en Gol Sur ,
en ese asiento donde yo crecí,
pongamos que hablo del Madrid.

Uno a cero en el descanso,
Mou casi llorando,
no está Iturralde para seguir robando,
pongamos que hablo del Madrid.

En Nervión se apagan los focos,
todavía resuena el tambor de Juan el “faquir”,
mi equipo pudo con todos,
pongamos que hablo del Madrid.

Duerme la bombonera,
centenaria cuna carmesí,
que arrullo con mi bandera,
pongamos que ganamos, Sí o Sí.