Terminó septiembre y con él un mes de competición memorable del Sevilla Fútbol Club, con la guinda de la goleada en Ibrox Park y ahora, en visperas de la visita del Real Madrid al Ramón Sánchez Pizjuán, es oportuno preguntarse: ¿Tiene techo este equipo? ¿Tiene nivel para disputar la Liga, la Copa del Rey y la Champions League, las tres competiciones donde jugamos?
A tenor de los comentarios que recorren todas las redacciones deportivas de España, esta liga es asunto de dos, pero el Sevilla Futbol Club, invisible casi siempre para esos plumillas de la capital de España, se empeña en sumarse a esa dupla de equipos y convertirse, por méritos propios, en alternativa real a los dos imperios económicos de nuestra futbol.
La primera pregunta que nos hacíamos es fácil de responder. Si fuese por presupuesto exclusivamente, el Sevilla Fútbol Club no podría aspirar a nada mas que no sea ir a remolque de los dos colosos económicos de nuestra liga. Pero en el futbol, no siempre gana el poderoso (ahí está el Atlético de Madrid en puestos de descenso – provisionalmente, pero en puestos de descenso) para corroborarlo. Pero afortunadamente en futbol suelen ser más importantes los proyectos a medio y largo plazo, tener estructuras sólidas que te hagan crecer día a día, poseer un semillero de futbolistas que de manera continuada y certera, aporte futbolistas de calidad con posibilidades de jugar en la Primera División sin desentonar, y dotar de coherencia, rigurosidad y efectividad a la Dirección Deportiva del Club en todos sus escalones.
Y esos ingredientes, que son los que suelen garantizar el éxito, sólo se da en dos clubes de España: FC Barcelona y Sevilla Fútbol Club. No es casualidad que más del 70 por ciento de los títulos disputados en los tres últimos años, hayan ido a parar a las vitrinas del Sevilla Fútbol Club y el FC Barcelona. Por lo tanto, este plantillón que ha confeccionado el Consejo de Administración y la Dirección Deportiva del club, no tiene, ni en España ni en Europa techo deportivo. Y la exhibición de juego en los últimos seis partidos oficiales, la solidez de nuestro sistema defensivo y la descomunal pegada de nuestra delantera lo demuestra.
Ahora llega el Real Madrid al Ramón Sánchez Pizjuán, y si bien hay que señalar que cualquier resultado no resolvería la liga, si es cierto que para ambos equipos, repito para ambos equipos, el choque del domingo en la bombonera de Nervión es un test importante para calibrar la solidez de dos proyectos antagónicos; uno hecho a base de talonario, con total desprecio de la cantera, con fichajes mediáticos que en muchos de los casos de los casos sólo sirven para vender camisetas y el otro hecho a base de coherencia, pragmatismo, cordura y buen ojo a la hora de firmar o vender futbolistas.
A tenor de los comentarios que recorren todas las redacciones deportivas de España, esta liga es asunto de dos, pero el Sevilla Futbol Club, invisible casi siempre para esos plumillas de la capital de España, se empeña en sumarse a esa dupla de equipos y convertirse, por méritos propios, en alternativa real a los dos imperios económicos de nuestra futbol.
La primera pregunta que nos hacíamos es fácil de responder. Si fuese por presupuesto exclusivamente, el Sevilla Fútbol Club no podría aspirar a nada mas que no sea ir a remolque de los dos colosos económicos de nuestra liga. Pero en el futbol, no siempre gana el poderoso (ahí está el Atlético de Madrid en puestos de descenso – provisionalmente, pero en puestos de descenso) para corroborarlo. Pero afortunadamente en futbol suelen ser más importantes los proyectos a medio y largo plazo, tener estructuras sólidas que te hagan crecer día a día, poseer un semillero de futbolistas que de manera continuada y certera, aporte futbolistas de calidad con posibilidades de jugar en la Primera División sin desentonar, y dotar de coherencia, rigurosidad y efectividad a la Dirección Deportiva del Club en todos sus escalones.
Y esos ingredientes, que son los que suelen garantizar el éxito, sólo se da en dos clubes de España: FC Barcelona y Sevilla Fútbol Club. No es casualidad que más del 70 por ciento de los títulos disputados en los tres últimos años, hayan ido a parar a las vitrinas del Sevilla Fútbol Club y el FC Barcelona. Por lo tanto, este plantillón que ha confeccionado el Consejo de Administración y la Dirección Deportiva del club, no tiene, ni en España ni en Europa techo deportivo. Y la exhibición de juego en los últimos seis partidos oficiales, la solidez de nuestro sistema defensivo y la descomunal pegada de nuestra delantera lo demuestra.
Ahora llega el Real Madrid al Ramón Sánchez Pizjuán, y si bien hay que señalar que cualquier resultado no resolvería la liga, si es cierto que para ambos equipos, repito para ambos equipos, el choque del domingo en la bombonera de Nervión es un test importante para calibrar la solidez de dos proyectos antagónicos; uno hecho a base de talonario, con total desprecio de la cantera, con fichajes mediáticos que en muchos de los casos de los casos sólo sirven para vender camisetas y el otro hecho a base de coherencia, pragmatismo, cordura y buen ojo a la hora de firmar o vender futbolistas.
La segunda pregunta que nos hacíamos al principio de este post, tiene también una fácil y rotunda respuesta: Sí. Esta plantilla vuelve a tener tres ingredientes que son fundamentales para conseguir el éxito: ambición, hambre y calidad. Luego lo de ganar títulos es otra historia porque a esos ingredientes básicos, hay que sumarle otro que en cualquier juego es determinante: Suerte.
Y a poco que nos sonría la diosa Fortuna, este equipo volverá, más pronto que tarde, a levantar títulos. Este equipo liderado por José María del Nido en la Presidencia del club, Ramón Rodríguez Verdejo “Monchi” en la dirección deportiva y con Manolo Jiménez dirigiendo magistralmente los recursos de la plantilla, ha encontrado la fórmula mágica para volver a ser campeón.
Tiempo al tiempo.
no tengo la menor duda querido antonio que este equipo ,como dijo una vez nuestro querido caparros en una rueda de prensa.... snif snif ..este equipo huele a campeón.
ResponderEliminar¡¡¡ magnífico post ¡¡¡
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