La gesta deportiva del CD Alcorcón al merendarse (empleo un término benigno) al Real Madrid es de tal magnitud, que ha zamarreado al fútbol en España, de la misma forma que ha engrandecido la competición copera en nuestro país.
El CD Alcorcón pasa a engrosar la larga lista de equipos modestos que a lo largo de la historia han dejado en la cuneta a equipos muy superiores, tanto en lo económico como en lo deportivo. Nosotros mismos ya probamos esa medicina cuando en épocas afortunadamente pasadas, equipos como el Eibar, el Sestao o el Isla Cristina, nos dejaron con las vergüenzas al aire.
La Copa de España se hace grande por eliminaciones y ridiculos como las del Real Madrid la otra noche ante el CD Alcorcón. Y aunque no llega a la emoción de la inglesa (allí se juega siempre a partido único hasta semifinales) si suele dejar cadáveres en la cuneta, y proyectos deportivos en el desguace. Y me da la impresión que estamos ante uno de esos.
El Alcorconazo confirma que el fútbol no entiende de números, de favoritos ni de galácticos. La sorpresa siempre está al acecho cuando se enfrentan entre sí, dos mundos diferentes, dos clubes antagónicos, dos formas de ver el fútbol. Y siempre hay algo de impredecible cuando empieza a rodar el balón. Por eso el fútbol es tan grande y suscita tantas pasiones.
Mientras en el Paseo de la Castellana todos están contra las cuerdas, incluido ese proyecto millonario e indecente de Florentino Pérez y Jorge Valdano (dixit Platiní), nosotros a lo nuestro.
Brazos en jarra, mangas arremangadas, los sentidos en alerta para, si llega el caso, agarrar con las dos manos la posibilidad de volver a ganar un título otra vez. Como en los partidos de baloncesto, ya ha transcurrido el primer cuarto de campeonato y estamos ahí situados. Muy cerquita de la cabeza y con la tremenda ilusión de no ser una comparsa en ése mediático duelo de gallitos en la que algunos pretenden convertir a la Liga en España.
Ya estamos en octavos de final de la Copa del Rey, en los octavos de final de la Champions, y tercero en el Campeonato Nacional de Liga. Somos el equipo menos goleado en España, el más goleador en Europa, 12 victorias en 16 partidos oficiales disputados hasta ahora, tenemos nueve futbolistas de la primera plantilla en las mejores selecciones del mundo, otros pocos en lista de espera o en selecciones de escalafones inferiores, y todavía con margen de mejora en lo deportivo, en lo económico, en lo social y en lo institucional.
Atentos que lo mejor sigue estando por llegar, sevillistas. Y de momento a disfrutar el sábado viendo por TV a Perotti y Jesús Navas. El primero la antítesis del futbolista mediático. El segundo, el paradigma de un jugador canterano del Sevilla Fútbol Club, el mejor equipo del Sur de Europa.
El CD Alcorcón pasa a engrosar la larga lista de equipos modestos que a lo largo de la historia han dejado en la cuneta a equipos muy superiores, tanto en lo económico como en lo deportivo. Nosotros mismos ya probamos esa medicina cuando en épocas afortunadamente pasadas, equipos como el Eibar, el Sestao o el Isla Cristina, nos dejaron con las vergüenzas al aire.
La Copa de España se hace grande por eliminaciones y ridiculos como las del Real Madrid la otra noche ante el CD Alcorcón. Y aunque no llega a la emoción de la inglesa (allí se juega siempre a partido único hasta semifinales) si suele dejar cadáveres en la cuneta, y proyectos deportivos en el desguace. Y me da la impresión que estamos ante uno de esos.
El Alcorconazo confirma que el fútbol no entiende de números, de favoritos ni de galácticos. La sorpresa siempre está al acecho cuando se enfrentan entre sí, dos mundos diferentes, dos clubes antagónicos, dos formas de ver el fútbol. Y siempre hay algo de impredecible cuando empieza a rodar el balón. Por eso el fútbol es tan grande y suscita tantas pasiones.
Mientras en el Paseo de la Castellana todos están contra las cuerdas, incluido ese proyecto millonario e indecente de Florentino Pérez y Jorge Valdano (dixit Platiní), nosotros a lo nuestro.
Brazos en jarra, mangas arremangadas, los sentidos en alerta para, si llega el caso, agarrar con las dos manos la posibilidad de volver a ganar un título otra vez. Como en los partidos de baloncesto, ya ha transcurrido el primer cuarto de campeonato y estamos ahí situados. Muy cerquita de la cabeza y con la tremenda ilusión de no ser una comparsa en ése mediático duelo de gallitos en la que algunos pretenden convertir a la Liga en España.
Ya estamos en octavos de final de la Copa del Rey, en los octavos de final de la Champions, y tercero en el Campeonato Nacional de Liga. Somos el equipo menos goleado en España, el más goleador en Europa, 12 victorias en 16 partidos oficiales disputados hasta ahora, tenemos nueve futbolistas de la primera plantilla en las mejores selecciones del mundo, otros pocos en lista de espera o en selecciones de escalafones inferiores, y todavía con margen de mejora en lo deportivo, en lo económico, en lo social y en lo institucional.
Atentos que lo mejor sigue estando por llegar, sevillistas. Y de momento a disfrutar el sábado viendo por TV a Perotti y Jesús Navas. El primero la antítesis del futbolista mediático. El segundo, el paradigma de un jugador canterano del Sevilla Fútbol Club, el mejor equipo del Sur de Europa.
Alcorconazo grande amigo!!
ResponderEliminarNo estuvo mal tampoco el 5 a 1, jejeje.
Un saludo!!
Hola Antonio y compañía.
ResponderEliminarLo prometido es deuda y aquí estoy dándome una vueltecita por este magnífico lugar, que lo tenéis por cierto de arte.
Un fuerte abrazo.
Nacho Mateos.
soy barcelonista pero hay que reconocer el gran trabajo que esta haciendo el sevilla
ResponderEliminaranimooos!!!