Mi tintero ha estado seco y mudo durante una larga temporada. El motivo es que no tenía nada más que decir a lo ya publicado. Como un sevillista anónimo apuntó en sus comentarios, sólo escribía cuando nuestro Sevilla no ganaba, algo que se había hecho habitual en los últimos siete partidos, contando con la desastrosa noche donde un ordenadito equipo ruso nos eliminaba con toda justicia de la Champions, dejándonos a todo, por segunda vez en los últimos tres años, con el sabor amargo de no disfrutar de los cuartos de final de la Liga de Campeones.
En realidad estaba todo dicho y era cuestión de tiempo que se tomara la decisión de destituir, dolorosamente pero acertadamente, a Manolo Jiménez. Como muchos pronosticamos el fichaje de Jiménez fue un paso atrás en lo deportivo, un viaje a ninguna parte que tres años después toca a su fin.
Jiménez ya es pasado y toca acertar en la dirección deportiva para levantar un equipo herido de gravedad, triste, cansado, devaluado y que deambulaba sin rumbo de derrota en derrota hasta la victoria final por el campeonato nacional de liga. No vamos a hacer más leña del árbol caído, máxime cuando sus raíces son tan sevillistas como las nuestras, pero no había otra salida y esperamos que no sea demasiado tarde.
Jiménez deja al equipo muy tocado, en lo anímico y en lo físico. No sé si esa rumorología de que las lesiones proceden de la mala preparación física son ciertas o no, pero desde que Manolo Jiménez se hizo cargo del banquillo, las lesiones no han abandonado nunca el vestuario de Nervión. El que venga se encontrará un equipo diezmado por la fragilidad muscular de al menos una decena de futbolistas. Se encontrara un equipo con la autoestima por los suelos. Se encontrará un equipo donde al menos media docena de futbolistas empieza a pesarle los años en el DNI. Se encontrará un equipo con varios futbolistas pensando mas en la cita mundialista de Sudáfrica, antes que en comprometerse en los objetivos deportivos del club. Se encontrará un equipo con la columna vertebral rota por las lesiones. Una ardua tarea para el que venga.
Pero por el contrario, también e encontrará con una afición que dará la cara, que estará entregada siempre, y que intentara sumar para que la entidad consiga sus objetivos deportivos. Y también la ventaja de elevar el nivel de juego del equipo, algo no demasiado dificl tras el desastroso mes de marzo que estamos padeciendo.
Tras la enésima muestra de incompetencia del equipo técnico en el partido contra el Jerez, empezamos a ver como la pesadilla termina y volverán tiempos mejores, porque ahora más que nunca, lo mejor, no lo duden está por llegar.
En realidad estaba todo dicho y era cuestión de tiempo que se tomara la decisión de destituir, dolorosamente pero acertadamente, a Manolo Jiménez. Como muchos pronosticamos el fichaje de Jiménez fue un paso atrás en lo deportivo, un viaje a ninguna parte que tres años después toca a su fin.
Jiménez ya es pasado y toca acertar en la dirección deportiva para levantar un equipo herido de gravedad, triste, cansado, devaluado y que deambulaba sin rumbo de derrota en derrota hasta la victoria final por el campeonato nacional de liga. No vamos a hacer más leña del árbol caído, máxime cuando sus raíces son tan sevillistas como las nuestras, pero no había otra salida y esperamos que no sea demasiado tarde.
Jiménez deja al equipo muy tocado, en lo anímico y en lo físico. No sé si esa rumorología de que las lesiones proceden de la mala preparación física son ciertas o no, pero desde que Manolo Jiménez se hizo cargo del banquillo, las lesiones no han abandonado nunca el vestuario de Nervión. El que venga se encontrará un equipo diezmado por la fragilidad muscular de al menos una decena de futbolistas. Se encontrara un equipo con la autoestima por los suelos. Se encontrará un equipo donde al menos media docena de futbolistas empieza a pesarle los años en el DNI. Se encontrará un equipo con varios futbolistas pensando mas en la cita mundialista de Sudáfrica, antes que en comprometerse en los objetivos deportivos del club. Se encontrará un equipo con la columna vertebral rota por las lesiones. Una ardua tarea para el que venga.
Pero por el contrario, también e encontrará con una afición que dará la cara, que estará entregada siempre, y que intentara sumar para que la entidad consiga sus objetivos deportivos. Y también la ventaja de elevar el nivel de juego del equipo, algo no demasiado dificl tras el desastroso mes de marzo que estamos padeciendo.
Tras la enésima muestra de incompetencia del equipo técnico en el partido contra el Jerez, empezamos a ver como la pesadilla termina y volverán tiempos mejores, porque ahora más que nunca, lo mejor, no lo duden está por llegar.
Desearle todo lo mejor al bueno de Manolo,como persona y sevillista lo merece,ahora empieza una nueva era en el banquillo de nuestro Sevilla,eso de que va a ser mejor o peor lo dirá el tiempo y los resultados,un abrazo hermanos de granito,yo sigo pensando que lo mejor todavia sigue estando por llegar,aunque sea dolorosa la destitución de uno de los nuestros,creo que no han podido coger otro camino que este,ahora a seguir palante como los de alicante y sacar a este equipo del letargo en donde se encuentra,quizás si viene alguien que coja a los jugadores por los hombros y les de un buen zamarreón,surta el efecto deseado,a lo mejor él que viene ,viene con esa misión(NO OS LO PERDAIS)de otra parte otro zamarreón a la prensa en las ruedas de prensa,ya me entendeis.
ResponderEliminarHASTA SIEMPRE, VALIENTE
ResponderEliminarCrónica de una muerte anunciada desde hace dos años y cinco meses.
Lo primero que tengo que decir es que llego a entender lo que pasó anoche, o en el último mes; esto funciona así. Los últimos partidos, los malos resultados y la propia inercia hace que esto desencadene en su destitución: iba a pasar y pasó. Lo que no entiendo es lo que remonta a dos años y cuatro meses atrás.
En Octubre de 2007, cuando el traidor nos dejó tirados, llegó al Sevilla un “valiente”, un entrenador formado en las duras y desagradecidas Segunda División A y B; que cogió a un equipo tocado anímicamente, mermado futbolísticamente y aún así dijo “sí”. Pero que no se engañe, ya fue cuestionado entonces, era una cuestión de tiempo y no de números. Del Nido confió en él (no hace contratos de 2 años a muchos entrenadores), dio la cara por él varias veces –incluso en su renovación- pero no era suficiente, a los “amarquesados” le fallaste. Cometiste el pecado de dejar al equipo 5º con 64 puntos en la 1ª temporada, el error de colocarnos 3º con 70 puntos en la 2ª temporada; para colmo llegaste a semifinales de la Copa del Rey, por no hablar de la Champions ¿cuántos entrenadores nos han pasado a cuartos de Final?. Y hasta se te ocurrió quejarte de la falta de plantilla.
Siempre ha habido una desconfianza ciega hacia su trabajo en el banquillo, a pesar de ser el entrenador que más puntos ha conseguido en la historia del Sevilla F.C.
Pero eso sí, en corazón a Jiménez no le gana nadie. Los números siempre le han acompañado, pero no así gran parte del sevillismo y, sin embargo, nunca se rindió.
La Final de la Copa del Rey es tuya, Manolo, y si se gana el título, también es tuyo. Al menos así lo siento, aunque no estés sentado allá donde se juegue la final.
Hasta siempre, VALIENTE.
El fútbol da muchas vueltas, y ojalá en un futuro puedas volver para deleite de los que tenemos los pies en el suelo, y no piensan en el Sevilla F.C. tan sólo con la cabeza, sino que también usan el corazón.
M.J.
Yo suscribo completamene el comentario anterior.
ResponderEliminarPero aunque el fútbol es sentimiento, también es algo más, y no es la primera vez que se destituye a un entrenador.
Sigo pensando que la crítica a Jiménez ha sido desmedida. Exagerada. Merecía crítica, por supuesto, pero no hasta los niveles a los que ha llegado.
Al fin y al cabo, hace cinco años hubiéramos salido a la Puerta de Jerez de haber terminado como estamos ahora.
Bendito crecimiento.
A muerte con el próximo entrenador, que es lo mismo que a muerte con el Sevilla.
Un saludo
por encima de jugadores, entrenadores y directivos...siempre, nuestro SEVILLA FC.
ResponderEliminarésto se veía venir, a quien le haya cogido de sorpresa que se vaya quitando la benda de los ojos.
Hay titulares que al leerlos, ya lo dicen todo; no hace falta leer el resto de las palabras. Éste es uno de ellos A pesar de ello, he seguido la lectura. Y de todo el artículo, me quedo especialmente con el penúltimo párrafo. Es difícil escribir algo que contrarie al concepto que tenemos, o que aquí aparece, de la afición del Sevilla: "se encontrará con una afición que dará la cara, que estará entregada siempre, y que intentara sumar para que la entidad consiga sus objetivos deportivos". Es bonito, pero no es verdad: hay muchos ejemplos, pero vale sólo recordar que esta afición ha sido capaz de pitar -no hace mucho tiempo, con el Sevilla que jugaba de maravilla- a un jugador de fútbol siendo en ese instante pichichi de la Liga, y no olvidaré el resto de mis días sevillistas el ensañamiento que ha demostrado con un entrenador de la casa, sevillista, que dio el paso valiente de hacerse cargo del equipo en un momento difícil de tristeza y de abandono. Yo llevo algún que otro año viendo fútbol en el estadio de mi Sevilla, algún año que otro, y he visto entrenadores y entrenadores malos, pero malos de verdad (Toni, Wallace, Juan Carlos, Azcargorta, Castro Santos, Olsen, Camacho, ¿sigo?), y algunos han tenido hasta a MARADONA en sus alineaciones,... pero jamás he visto un comportamiento tan desmedido de la afición con alguien sentado en el banquillo del Sevilla F.C. ¡Jamás!. No olvidaré ese grito de la grada de "Jiménez vete ya" en un Sevilla - R. Madrid con el traidor de la Mancha sentado en el otro banquillo. Eso no se hace. Eso no lo hace una afición "que estará entregada siempre, y que intentara sumar para que la entidad consiga sus objetivos deportivos".
ResponderEliminarProbamos el azúcar y ya no digerimos la sacarina. Mal camino, sevillistas, mal camino. Estoy de acuerdo en que había que cesar a Jiménez, a mi no me gustaba como entrenador, pero no merecía tánto desprecio y tánta crítica exhorbitada a su trabajo.
5º en la Liga con 64 puntos, 3º en la Liga con 70 puntos en la 2ª temporada, dos clasificaciones en la Champions, y finalista en la Copa del Rey. Esos serán mis recuerdos en mi vejez, probablemente, y en los libros de Historia del Sevilla F.C., donde no se escribirá nunca lo que ya está escrito en mis retinas: una afición que olvida pronto y que no termina de madurar.
Nunca entenderé lo que se le ha echo a Jimenez, yo era del Sevilla por el. No se merecia este trato, el tener que salir 45 minutos a esperar que le depara su futuro, según el trabajo que hagan los jugadores en el campo es muy triste, no creo que sea culpa del técnico lo que ha pasado, no estar eliminados en la copa y estar 5º en la liga ya lo quisieran muchos para ellos, sin ir mas lejos mi propio Almeria. Este año los equipos como el Mallorca y Valencia quitando al Real Madrid y Barsa estan muy fuertes y no creo que el Sevilla esté hundido ni mucho menos, no deseo nada malo pero si que El Señor Del Nido se arrepienta de haber destituido a Manolo Jimenez, Sevillista con sentimiento donde los haya, buena persona y buen técnico de futbol "Que mas quisieran la mayoria".
ResponderEliminarPor cierto, me gustaria hacerme seguidora de vuestro blog pero no veo ningun link. SALUDOS Y ENHORABUENA.
ResponderEliminarMenos mal que no viene el de Hortaleza.
ResponderEliminarNuestro SFC sin Jiménez está mejor.
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