Cuando Juanito Arza se retiraba del fútbol allá por la década de los sesenta, mi padre me llevó a verlo en una de esas mañanas de día de Reyes en las que las viejas glorias del Sevilla Fútbol Club se enfrentaban amistosamente contra nuestro eterno rival en beneficio de la Cabalgata de Reyes Magos.
A pesar de estar retirado de la alta competición, a mi padre se le caía la baba viéndole corretear con el balón, viendo como levantaba la cabeza en busca de Campanal, o de Diéguez. Esos son mis recuerdos de infancia en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Muchos años mas tarde, ese maestro del periodismo, ese sevillista ilustrado, ese poeta de corazón blanquirrojo llamado Antonio García Barbeito, nos devolvió a Juanito Arza en el transcurso del pregón más bello que mis oídos han escuchado en clave futbolera. ¡Como recitó el maestro Barbeito esa jugada de Juanito Arza en la que con las mangas remangadas abanderó la goleada contra el Athletic Club de Bilbao!
Barbeito lo contó en el Lope de Vega como mi padre me lo había contado cientos de veces.
Hoy Juanito Arza, nuestro emblema viviente, nuestro buque insignia, nuestro vínculo generacional con nuestros mayores ha recibido de mi club, del club de mis hermanos, del club de mis padres, el homenaje en vida que se merecía. No podía empezar de otra manera ese merecido homenaje a nuestros “Dorsales de Leyenda” que haciéndolo por el número 8 de nuestro Juanito Arza.
Fue nuestro único Pichichi, pero no solo eso. Fue el simbolo del sevillismo en una época difícil para el Sevilla Fútbol Club. Fue el ídolo de una generación de sevillistas que vio ganar la Liga al equipo de nuestros amores. Fue nuestro entrenador cuando la época de vacas flacas llegó a Nervión. Fue la pasión encendida de mi padre, cuando saltaba al césped vestido con la casaca blanca de nuestro club. Fue uno de los grandes del fútbol español. Fue el abanderado de una forma de entender el fútbol –arte y filigrana – que creo escuela en todo el mundo.
Juanito Arza, ha recibido de nuestro Presidente, de nuestro querido club, el homenaje que merecía. El homenaje que le hubiera dado el mismísimo Ramón Sánchez Pizjuán. El homenaje que nuestro tercer anillo estaba esperando con regocijo.
merecidisimo homenaje al gran juanito arza,me hubiera gustado verlo correr la banda hasta meterse en las mismas redes contrarias,felicidades hoy por partida doble al número 8 del sevilla,por crack y por su honomastica.
ResponderEliminarDos o tres generaciones de Sevillistas podríamos juntarnos con una delantera Juan Arza - Kanouté.
ResponderEliminarUna delantera que dominaría el mundo... vaya lujo!
Un saludo.