Apuntaba muy alto este chaval nacido y criado en el barrio de El Porvenir y que hoy, después de un periplo viajero por varios equipos de Segunda división, donde fue cedido por el Sevilla fútbol Club, acaba de desvincularse oficialmente del equipo más grande del sur de Europa.
Ni su paso por el Murcia, ni por el Córdoba, le ha permitido recuperarse de la grave lesión de rodilla para estar al nivel que exige hoy la plantilla de nuestro Sevilla Futbol Club.
Un nefasto 27 de Enero de 2005, Pablo Ruiz Barrero se rompió la rodilla en un salto con Milosevic cuando disputábamos un partido de Copa del Rey contra Osasuna y ahí se le quebró también su carrera futbolística. Una carrera que llevaba visos de ser espectacular, porque espectacular era su juego y espectacular esa talla de metro noventa que lucia en cada lance de partido y que tenía encandilados a los técnicos de nuestro equipo, entre ellos a Joaquín Caparros, el técnico que lo subió al primer equipo y a Manolo Jiménez, su gran valedor, dentro y fuera del terreno de juego y que siempre confiaba en su recuperación.
Pablo Ruiz, debutó en Primera División el 30 de Agosto de 2004 en el Ramón Sánchez Pizjuán contra el Albacete y llegó incluso a jugar con el primer equipo un partido de eliminatoria UEFA contra el Bolton, pero en ese maldito partido contra Osasuna se le acabó la suerte. Queda para el recuerdo ese gran partido que realizó en el mismísimo Bernabeú contra el Real Madrid, el 22 de Diciembre de 2004 (0-1) en el que Pablo Ruiz formó línea atrás junto con Javi Navarro en el eje de la defensa dejando a Pablo Alfaro en el banquillo.
Casualmente en la primera final de la Supercopa de Europa que disputamos y ganamos al FC Barcelona en Mónaco, mi familia y yo, nos hicimos unas fotografías con varios miembros del equipo que paseaban por el Puerto Deportivo de aquella ciudad marinera y mediterránea inolvidable para los sevillistas. Y ahí está esa fotografía de mi mujer y una amiga con Pablo Ruiz aquella mañana soleada de Mónaco deseándole suerte para ese partido que ganamos bailándole al FC Barcelona por tres goles a cero
Ahora que se va al Cartagena y que definitivamente se desvincula de su equipo de toda la vida, quiero reiterarle a Pablo Ruiz, sevillista como todos nosotros, esa suerte en el futbol que hasta ahora le está siendo esquiva.
¡Animo Pablo! ¡Tú si puedes!
Ni su paso por el Murcia, ni por el Córdoba, le ha permitido recuperarse de la grave lesión de rodilla para estar al nivel que exige hoy la plantilla de nuestro Sevilla Futbol Club.
Un nefasto 27 de Enero de 2005, Pablo Ruiz Barrero se rompió la rodilla en un salto con Milosevic cuando disputábamos un partido de Copa del Rey contra Osasuna y ahí se le quebró también su carrera futbolística. Una carrera que llevaba visos de ser espectacular, porque espectacular era su juego y espectacular esa talla de metro noventa que lucia en cada lance de partido y que tenía encandilados a los técnicos de nuestro equipo, entre ellos a Joaquín Caparros, el técnico que lo subió al primer equipo y a Manolo Jiménez, su gran valedor, dentro y fuera del terreno de juego y que siempre confiaba en su recuperación.
Pablo Ruiz, debutó en Primera División el 30 de Agosto de 2004 en el Ramón Sánchez Pizjuán contra el Albacete y llegó incluso a jugar con el primer equipo un partido de eliminatoria UEFA contra el Bolton, pero en ese maldito partido contra Osasuna se le acabó la suerte. Queda para el recuerdo ese gran partido que realizó en el mismísimo Bernabeú contra el Real Madrid, el 22 de Diciembre de 2004 (0-1) en el que Pablo Ruiz formó línea atrás junto con Javi Navarro en el eje de la defensa dejando a Pablo Alfaro en el banquillo.
Casualmente en la primera final de la Supercopa de Europa que disputamos y ganamos al FC Barcelona en Mónaco, mi familia y yo, nos hicimos unas fotografías con varios miembros del equipo que paseaban por el Puerto Deportivo de aquella ciudad marinera y mediterránea inolvidable para los sevillistas. Y ahí está esa fotografía de mi mujer y una amiga con Pablo Ruiz aquella mañana soleada de Mónaco deseándole suerte para ese partido que ganamos bailándole al FC Barcelona por tres goles a cero
Ahora que se va al Cartagena y que definitivamente se desvincula de su equipo de toda la vida, quiero reiterarle a Pablo Ruiz, sevillista como todos nosotros, esa suerte en el futbol que hasta ahora le está siendo esquiva.
¡Animo Pablo! ¡Tú si puedes!
Hay que ver la mala suerte que tuvo este chaval con aquella lesión contra el Osasuna...
ResponderEliminarSolo había que ver la planta que tenía para darse cuenta que iba para central de los grandes.
Esperemos que no sea demasiado tarde, y pueda volver a recuperar la trayectoria que lo lleve un poco más cerca de la élite.
¡Saludos!