Los tópicos en el fútbol existen y hoy nuestro Sevilla Fútbol Club, ha recordado un par de ellos. El primero dice que cuando se marcan tres goles fuera de casa, no se puede escapar la victoria, y el segundo que cuando no se puede ganar, hay que procurar no perder. Y ambas cosas han ocurrido esta noche en Getafe.
Tópicos aparte, a mí me ha gustado el equipo y sobre todo la apuesta de un entrenador que quiere volver a jugar al fútbol. Partido precioso para el espectador neutral que ha podido comprobar como había sobre el terreno de juego dos equipos que querían ganar el partido. Sin especulaciones ni atajos de fútbol directo. Tocando, triangulando, juego por bandas y con decenas de ocasiones de gol por uno y otro bando.
Pero perder en el ultimo minuto por penalti injusto y con un futbolista menos –lamentable Clos Gómez en la forma de interpretar las faltas y las cartulinas amarillas y perjudicando gravemente a nuestro equipo en la expulsión de Kanouté y en el piscinazo de Pedro León que simuló el penalti- es demasiado cruel para un equipo que en las vísperas había sufrido un schock tremendo con la gravísima lesión de Drago.
Pudo ganar cualquiera y quizás el empate hubiera sido lo justo visto lo acaecido en el terreno de juego. Tras la salida en tromba del Getafe, que dio tres balones en los palos, el equipo nunca renunció a ese estilo de juego que pregona Maolo Álvarez y tocando y tocando, remontaron el partido. Con 1-2 al descanso, el Sevilla tuvo tres claras ocasiones de gol recién iniciado el segundo tiempo, pero ahora el palo fue el aliado del Getafe en una magnifica falta botada por Luis Fabiano. Asimismo la suerte volvió a sonreír al equipo azulón cuando Zokora desviaba hacia su portería un chut de Manu Gavilán que desdichadamente terminó en la red. Era el empate a tres y a falta de un cuarto de hora, las espadas estaban en todo lo alto.
La injusta expulsión de Kanouté a falta de cinco minutos para el final, terminó con las opciones reales del Sevilla de ganar el partido. Tocaba defender el resultado y esperar el pitido final. Pero Clos Gómez volvió a perjudicar a nuestro equipo pitando penalti en lo que era simplemente un piscinazo de Pedro León.
Quizás Antonio Álvarez no estuvo acertado en los cambios en el ultimo cuarto del partido. Adriano dejó su sitio a Romaric, cuando quizás el partido estaba para Capel. Tampoco tuvo fortuna el técnico de Marchena cuando decidió sustituir a Luis Fabiano por Negredo, cuando Kanouté ya tenía una tarjeta amarilla y estaba igual de cansado que O’Fabuloso. Para colmo una perdida ingenua de balón de Negredo, propició la jugada del penalti que supuso a la postre la derrota de nuestro equipo.
En definitiva, ocasión perdida tras el tropiezo del Mallorca con el Málaga para apuntalarnos en la cuarta plaza – la tercera la tiene adjudicada en propiedad el Valencia, y con el Villareal que viene lanzado desde atrás. Estamos prácticamente como antes de empezar el partido, pero con una jornada menos. Habrá que ganar tres de los cuatro partidos que nos quedan para seguir aspirando a la cuarta plaza.
Tópicos aparte, a mí me ha gustado el equipo y sobre todo la apuesta de un entrenador que quiere volver a jugar al fútbol. Partido precioso para el espectador neutral que ha podido comprobar como había sobre el terreno de juego dos equipos que querían ganar el partido. Sin especulaciones ni atajos de fútbol directo. Tocando, triangulando, juego por bandas y con decenas de ocasiones de gol por uno y otro bando.
Pero perder en el ultimo minuto por penalti injusto y con un futbolista menos –lamentable Clos Gómez en la forma de interpretar las faltas y las cartulinas amarillas y perjudicando gravemente a nuestro equipo en la expulsión de Kanouté y en el piscinazo de Pedro León que simuló el penalti- es demasiado cruel para un equipo que en las vísperas había sufrido un schock tremendo con la gravísima lesión de Drago.
Pudo ganar cualquiera y quizás el empate hubiera sido lo justo visto lo acaecido en el terreno de juego. Tras la salida en tromba del Getafe, que dio tres balones en los palos, el equipo nunca renunció a ese estilo de juego que pregona Maolo Álvarez y tocando y tocando, remontaron el partido. Con 1-2 al descanso, el Sevilla tuvo tres claras ocasiones de gol recién iniciado el segundo tiempo, pero ahora el palo fue el aliado del Getafe en una magnifica falta botada por Luis Fabiano. Asimismo la suerte volvió a sonreír al equipo azulón cuando Zokora desviaba hacia su portería un chut de Manu Gavilán que desdichadamente terminó en la red. Era el empate a tres y a falta de un cuarto de hora, las espadas estaban en todo lo alto.
La injusta expulsión de Kanouté a falta de cinco minutos para el final, terminó con las opciones reales del Sevilla de ganar el partido. Tocaba defender el resultado y esperar el pitido final. Pero Clos Gómez volvió a perjudicar a nuestro equipo pitando penalti en lo que era simplemente un piscinazo de Pedro León.
Quizás Antonio Álvarez no estuvo acertado en los cambios en el ultimo cuarto del partido. Adriano dejó su sitio a Romaric, cuando quizás el partido estaba para Capel. Tampoco tuvo fortuna el técnico de Marchena cuando decidió sustituir a Luis Fabiano por Negredo, cuando Kanouté ya tenía una tarjeta amarilla y estaba igual de cansado que O’Fabuloso. Para colmo una perdida ingenua de balón de Negredo, propició la jugada del penalti que supuso a la postre la derrota de nuestro equipo.
En definitiva, ocasión perdida tras el tropiezo del Mallorca con el Málaga para apuntalarnos en la cuarta plaza – la tercera la tiene adjudicada en propiedad el Valencia, y con el Villareal que viene lanzado desde atrás. Estamos prácticamente como antes de empezar el partido, pero con una jornada menos. Habrá que ganar tres de los cuatro partidos que nos quedan para seguir aspirando a la cuarta plaza.
No sé que partido has visto tu. Un empate justo!!!????
ResponderEliminarHa sido un baño con todas las de la ley ante un equipo que es un coladero, pero que nosotros lo hemos sido mucho más.
El entrenador ha estado incluso debajo del nivel de los futbolistas.
¿Este de las crónicas ha visto el Sevilla que yo he visto?
ResponderEliminarEs curioso como es mejor caer en gracia que ser gracioso. Dudo que est acrónica la hubiese escrito con el mismo contenido con Jiménez.
lamentable el doble rasero de algunos sevillistas como el que escribe.
Totalmente de acuerdo con esta opinión escueta, según la visión del partido.
ResponderEliminarEvidentemente como mucho, si acaso, el empate hubiera sido lo mas justo.
Un partido precioso y con ganas de los jugadores.
Un arbitro muy sutil, pero con muy mala leche a la hora de pitarnos a nosotros. Consecuencias nefactas para nostros.
Y Antonio Alvarez, sin cargar para nada las tintas en él, porque las lesiones en la zaga nos tiene muy vulnerables, con jugadores nuevos en cada puesto, etc. Si que, creo yo, tuvo errores fundamentales, especialmente la de Kanouté con tarjeta, y estando pikado con Casquero. etc.
Saludos
Fran
"Quizás Manolo Álvarez no estuvo acertado en los cambios en el ultimo cuarto del partido. Adriano dejó su sitio a Romaric, cuando quizás el partido estaba para Capel."
ResponderEliminarVamos a ver, supongo ha sido lo que en psicología se conoce como "acto fallido", es decir, uno quiere decir Antonio Alvarez pero el subconsciente realmente lo que desea decir es Manolo Jiménez.
Consecuencia: Manolo Alvarez.
Que Manolo ya se fue. Manolo Jiménez ya no está.
Esperaba yo un tratado futbolístico de cómo un entrenador arriesgado que quiere jugar al ataque y rozar la belleza en el césped acaba perdiendo siendo remontado en el minuto 93. Un tratado futbolístico de cómo jugar precioso sirve para perder.
En fin, esto es Sevilla, que sale el sol y a los cinco minutos está lloviendo.
UN ABRAZO RABIOSO.
Querido amigo Rabioso y anónimos varios. Si daño hacía la crítica excesiva a Manolo Jiménez cuando era entrenador del Sevilla, el mismo efecto tiene recordarlo ahora cada cinco minutos. Nuestro entrenador es Antonio Álvarez y ahora a muerte con él; y lo demás ya es pasado, ¿o no era así la cosa?.
ResponderEliminarCorrecto Luis Miguel, así debe de ser. Pero si se recuerda a Manolo Jiménez creo que puedo responder, aunque repito que tienes razón.
ResponderEliminar