Antonio Álvarez, como no podía ser de otra manera en un club serio como el Sevilla Fútbol Club, acaba de ser presentado como el entrenador del equipo más grande del Sur de Europa para la temporada venidera. En Nervión se viene demostrando, que quien cumple los objetivos, con independencia del nombre y del impacto mediático, se le da absoluta confianza. Pasó con Jiménez mientras sostuvo al equipo en los objetivos, y ha vuelto a pasar con el espigado ex futbolista de Marchena.
Dijo en cierta ocasión nuestro Director Deportivo, D Ramón Rodríguez Verdejo, nuestro querido Monchi, que la cantera sevillista no sólo es semillero de grandes futbolistas, sino también forja entrenadores de enorme calidad. Todavía es recordado por los más veteranos del lugar, lo que hizo ese “cateto” de Coria del Río, llamado Manolo Cardo en los años ochenta; de Utrera vino en tiempos de vacas flacas, D. Joaquín Caparrós Camino, santo y seña del sevillismo más apasionado y que sigue dando clases magistrales de su sabiduría en los banquillos allá en el Bocho; tras Joaquín le tocó el turno a Manolo Jiménez, un arahalense más sevillista que el escudo y que logró en sus dos años y medio clasificar al Sevilla Fútbol Club, por dos veces consecutivas, como campeón de grupo en la Fase previa de la Champions, meter al equipo en la final de Copa de Barcelona y al que sin embargo siempre le persiguió la controversia entre los aficionados. Sus rotundos fracasos en las eliminatorias frente a la Sampdoria en Copa de la UEFA, en la semifinal de Copa del Rey en Bilbao y las dolorosas eliminaciones frente a Fenerbahçe y CSKA de Moscú, le costaron el puesto.
Y ahora, de Marchena, Antonio Álvarez coge las riendas del equipo desde principios de temporada tras cubrir con éxitos, y con algo de fortuna, los dos últimos meses de competición. Eran objetivos deportivos del club, clasificarse para Champions y disputar con la máxima ilusión las otras dos competiciones en la que participábamos. Conseguir esos objetivos, le han hecho justo merecedor para llevar las riendas del equipo el año próximo. Ojalá tenga suerte. Será la suerte de todos nosotros. Demostrado queda que la plantilla del equipo, la dirección deportiva y el Consejo de administración, y la gran mayoría de la afición sevillista están con él y con sus ideas futbolísticas, que con altibajos ha esbozado y tratado de inculcar en los once partidos que dirigió al equipo.
Con la confrimación de Antonio Álvarez como entrenador del primer equipo, continúa esa saga de entrenadores forjados en la Ciudad Deportiva del Sevilla Fútbol Club, allí donde entrena el mejor equipo del Sur de Europa. Ojalá Antonio Álvarez se quede mucho tiempo en el banquillo sevillista. Eso será sinónimo de triunfos deportivos. Pero para cuando la fortuna y los resultados nos den la espalda, os aseguro que en esos campos de la Carretera de Utrera, ya viene apretando fuerte, su sucesor.
Dijo en cierta ocasión nuestro Director Deportivo, D Ramón Rodríguez Verdejo, nuestro querido Monchi, que la cantera sevillista no sólo es semillero de grandes futbolistas, sino también forja entrenadores de enorme calidad. Todavía es recordado por los más veteranos del lugar, lo que hizo ese “cateto” de Coria del Río, llamado Manolo Cardo en los años ochenta; de Utrera vino en tiempos de vacas flacas, D. Joaquín Caparrós Camino, santo y seña del sevillismo más apasionado y que sigue dando clases magistrales de su sabiduría en los banquillos allá en el Bocho; tras Joaquín le tocó el turno a Manolo Jiménez, un arahalense más sevillista que el escudo y que logró en sus dos años y medio clasificar al Sevilla Fútbol Club, por dos veces consecutivas, como campeón de grupo en la Fase previa de la Champions, meter al equipo en la final de Copa de Barcelona y al que sin embargo siempre le persiguió la controversia entre los aficionados. Sus rotundos fracasos en las eliminatorias frente a la Sampdoria en Copa de la UEFA, en la semifinal de Copa del Rey en Bilbao y las dolorosas eliminaciones frente a Fenerbahçe y CSKA de Moscú, le costaron el puesto.
Y ahora, de Marchena, Antonio Álvarez coge las riendas del equipo desde principios de temporada tras cubrir con éxitos, y con algo de fortuna, los dos últimos meses de competición. Eran objetivos deportivos del club, clasificarse para Champions y disputar con la máxima ilusión las otras dos competiciones en la que participábamos. Conseguir esos objetivos, le han hecho justo merecedor para llevar las riendas del equipo el año próximo. Ojalá tenga suerte. Será la suerte de todos nosotros. Demostrado queda que la plantilla del equipo, la dirección deportiva y el Consejo de administración, y la gran mayoría de la afición sevillista están con él y con sus ideas futbolísticas, que con altibajos ha esbozado y tratado de inculcar en los once partidos que dirigió al equipo.
Con la confrimación de Antonio Álvarez como entrenador del primer equipo, continúa esa saga de entrenadores forjados en la Ciudad Deportiva del Sevilla Fútbol Club, allí donde entrena el mejor equipo del Sur de Europa. Ojalá Antonio Álvarez se quede mucho tiempo en el banquillo sevillista. Eso será sinónimo de triunfos deportivos. Pero para cuando la fortuna y los resultados nos den la espalda, os aseguro que en esos campos de la Carretera de Utrera, ya viene apretando fuerte, su sucesor.
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