Dependemos de nosotros para jugar la Champions.

El Barcelona de los 99 puntos, porqué así pasará a la historia este formidable equipo de fútbol que entrena Pep Guardiola, pasó por Nervión de la misma manera que nosotros hicimos una semana antes en los campos de sport del Sardinero: arrasando y jugando al fútbol. Nuestro equipo solo pudo dignificar la derrota evitando con esos dos goles de Kanouté y Luis Fabiano, que esa apisonadora llamada FC Barcelona, nos hiciera más sangre. Incluso, y por eso el fútbol es tan grande, de lo que pudo ser, por juego y ocasiones, una goleada de escándalo del equipo azulgrana, Undiano Mallenco se rajó no querido pitar el penalti que todo el mundo vio, incluido el trío arbitral con el pelirrojo Fermín a tres metros de la jugada. Hubiera sido el empate a tres del Sevilla Fútbol Club, jugando con un futbolista menos por la rigurosa expulsión de Konko, y hubiese sido el Madrid el que hubiera cogido ventaja en la última jornada del campeonato.

Pero la rajada de Undiano, permitirá al Barça de los 99 puntos cantar con casi toda probabilidad el merecido alirón, la semana próxima en el Nou Camp, el mismo día y a la misma hora en que el equipo más grande del Sur de Europa debe poner broche de oro a una campaña difícil con la clasificación para la Liga de Campeones de la próxima temporada. Por suerte la derrota ante el FC Barcelona no nos hace un daño irreparable en lo deportivo tras perder el Mallorca en Riazor. Solo basta hacer lo que haga el equipo bermellón en la última jornada ante el Español para conseguir el objetivo deportivo marcado por el club a principios de temporada: clasificarse para la Liga de Campeones. Como no parece probable que Manzano y los suyos pinchen ante un equipo que no se juega nada en el envite, habrá que salir a ganar en el estadio de los Juegos del Mediterráneo, Allí nos espera una UD Almería salvada de cualquier riesgo y con un ambiente festivo en la hinchada rojiblanca por haber logrado, una temporada más, seguir entre los grandes del fútbol español.

Lo peor de la noche, visto el triunfo del Depor ante el Mallorca, no fue perder el partido; lo peor es que vuelve a estar a tope la enfermería del equipo. Si antes fue Drago y Lautaro, quienes dijeron adiós a la temporada, ayer se les unió el desafortunado Fazio, un magnifico futbolista, pero con los tobillos de cristal. También cayó Adriano, - está pendiente de evaluación médica por si hubiese rotura muscular, lo que también le apartaría del equipo - a mitad de la semana recayó Perotti y antes, en el partido del Atlético de Madrid, fue Fernando Navarro quien se rompió. Iremos a Almería en cuadro en la línea defensiva donde nos estarán hasta cinco futbolistas de esa demarcación: Adriano, Drago, Sergio Sánchez, Fernando Navarro y Konko. Por lesión los cuatro primeros y la sanción de Konko por doble amarilla.

Mientras todo eso ocurre, el club continúa con los preparativos de la masiva expedición a Barcelona para jugar dentro de diez días la séptima final de Copa de nuestra centenaria historia. Allí estará “De Granito” en pleno, con sombrero de Del Nido incluido. Ayer noche y esta mañana de domingo, han sido miles los sevillistas que se han abarrotado las taquillas – por cierto, lamentable la organización – para retirar sus localidades en el Gol Norte del Nou Campo. Poco a poco el sevillismo se ha dado cuenta que no puede dejar solo a su equipo y ya escasean las plazas de AVE y avión para el desplazamiento. Poblaremos las gradas del Nou Campo como hicimos en el Bernabeú en aquella noche mágica donde mi equipo, tu equipo, nuestro equipo conquisto la cuarta Copa de España de su historia.
Y el día 19 nos traeremos la quinta.