Diez temporadas después del último descenso a Segunda División del Real Sporting, el Sevilla Fútbol Club, se apresta a jugar un partido de Primera División en el viejo estadio de “El Molinón”, de la bella localidad gijonesa.
Lejos queda aquellos enfrentamientos con un Real Sporting plagado de grandes jugadores como Enzo Ferrero, un sensacional extremo izquierdo, que formó junto con el Brujo Quini y Quique Morán, la llamada delantera eléctrica. Eran los tiempos de Maceda, Joaquín, Jiménez, Cundi, Redondo, Uria y tantos otros magníficos futbolistas que salían como por arte de magia de la cantera de Mareo. Aquél Sporting de antaño jugó -y perdió- dos finales de Copa, y estuvo a punto de ganar una liga que se le escapó, en el último suspiro.
Pero aquello es historia y el presente nos dice que nuestro Sevilla Fútbol Club, va a disputar tres puntos importantísimos para seguir colocado en esa posición de privilegio de la liga española. Si ninguna lesión viene en momento oportuno, las de Adriano y Luis Fabiano, se producen en un momento crucial de la competición.
Pero no es hora de lamentos ni excusas a pesar de que se quedan en la capital de Andalucía lesionados, otra semana más, hasta siete futbolistas de la primera plantilla: Mosquera, - que ha vuelto a resentirse de su lesión -, Maresca, Konkó, Adriano, Luis Fabiano, y los de larga duración, Javi Navarro y Koné.
La cara de la moneda es la incorporación a la lista de convocados de Fazio, Acosta –por fin – Chevantón y Crespo. Cordero repite convocatoria con el primer equipo y la novedad es el chaval del Sevilla “C”, José Carlos, un extremo zurdo con clase al que Jiménez le tiene especial consideración.
La competición se aprieta y no hay lugar, ni para la relajación, ni para pensar en compromisos posteriores, léase, semifinal contra el Athletic Club, el próximo miércoles en la bombonera de Nervión, o el todavía más lejano derby contra el eterno rival.
Hay tres puntos en juego, y a pesar del esfuerzo de una plantilla azotada por las lesiones, del cansancio acumulado de determinados futbolistas, particularmente en la delantera, y de la imposibilidad de efectuar rotaciones, en El Molinón, hay que salir a ganar el partido.
El Valencia tiró el partido contra el Mallorca alineando a medio equipo reserva en El Ono Estadi, y eso no le garantizó seguir adelante en la Copa del Rey. Que no nos pase lo mismo.
Lejos queda aquellos enfrentamientos con un Real Sporting plagado de grandes jugadores como Enzo Ferrero, un sensacional extremo izquierdo, que formó junto con el Brujo Quini y Quique Morán, la llamada delantera eléctrica. Eran los tiempos de Maceda, Joaquín, Jiménez, Cundi, Redondo, Uria y tantos otros magníficos futbolistas que salían como por arte de magia de la cantera de Mareo. Aquél Sporting de antaño jugó -y perdió- dos finales de Copa, y estuvo a punto de ganar una liga que se le escapó, en el último suspiro.
Pero aquello es historia y el presente nos dice que nuestro Sevilla Fútbol Club, va a disputar tres puntos importantísimos para seguir colocado en esa posición de privilegio de la liga española. Si ninguna lesión viene en momento oportuno, las de Adriano y Luis Fabiano, se producen en un momento crucial de la competición.
Pero no es hora de lamentos ni excusas a pesar de que se quedan en la capital de Andalucía lesionados, otra semana más, hasta siete futbolistas de la primera plantilla: Mosquera, - que ha vuelto a resentirse de su lesión -, Maresca, Konkó, Adriano, Luis Fabiano, y los de larga duración, Javi Navarro y Koné.
La cara de la moneda es la incorporación a la lista de convocados de Fazio, Acosta –por fin – Chevantón y Crespo. Cordero repite convocatoria con el primer equipo y la novedad es el chaval del Sevilla “C”, José Carlos, un extremo zurdo con clase al que Jiménez le tiene especial consideración.
La competición se aprieta y no hay lugar, ni para la relajación, ni para pensar en compromisos posteriores, léase, semifinal contra el Athletic Club, el próximo miércoles en la bombonera de Nervión, o el todavía más lejano derby contra el eterno rival.
Hay tres puntos en juego, y a pesar del esfuerzo de una plantilla azotada por las lesiones, del cansancio acumulado de determinados futbolistas, particularmente en la delantera, y de la imposibilidad de efectuar rotaciones, en El Molinón, hay que salir a ganar el partido.
El Valencia tiró el partido contra el Mallorca alineando a medio equipo reserva en El Ono Estadi, y eso no le garantizó seguir adelante en la Copa del Rey. Que no nos pase lo mismo.
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