Partido infumable el jugado por el Sevilla Futbol Club esta tarde noche en el antiguo Sadar. Infumable el planteamiento, infumable ver a Navas y Capel en el banquillo durante más de una hora de partido, infumable no ir por el partido hasta el ultimo cuarto de hora, infumable la especulación del tercero de la liga ante uno de los peores equipos del campeonato.
Pero ya estamos acostumbrados a las dos caras de este Sevilla de nuestras entretelas. Nunca se sabe que equipo vamos a ver. Si el equipo ramplón de hoy y de tantas otras tardes, o el equipo que cuando se olvida de especulaciones va a por el partido desde el primer minuto.
Jiménez anunció en la previa esto ultimo pero o fue una frase hecha de cara ala galería o los futbolistas no lo entendieron.
Cuando se prescinden desde el minuto uno de las dos mejores bandas de España, estamos diciéndole al contrario cuales son nuestras intenciones. Especular, esperar al Osasuna, jugar a la contra, dejarle la iniciativa al equipo rival, buscarles las espaldas a un Osasuna mediocre, ramplón, que tenía la necesidad de arriesgar e ir a por todo.
Manolo Jiménez encaró el choque con el concurso de Kanouté y Luis Fabiano en punta, pero eligió la opción más defensiva para ocupar la demarcación de extremo izquierdo. Eligió a Romaric por encima de Capel o Perotti. Y esa decisión marcó no solo el estilo de juego del Sevilla sino la actitud del equipo.
Ya son 16 años sin ganar en Pamplona y difícilmente encontraremos una oportunidad tan propicia como la de este sábado para traernos los tres puntos ante un endeblísimo rival que le ve las orejas al lobo de la Segunda División.
Estos son los partidos que el sevillismo no termina de entender. Había que ganar para certificar el objetivo de quedar entre los cuatro primeros. Solo había que ganar a uno de los peores equipos de la competición, en un terreno donde hasta el Recreativo de Huelva fue capaz de ganar hace solo un par de semans, pero si se renuncia, desde que se hace la alineación, al triunfo, si no se chuta entre los tres palos en los noventa minutos de juego, si vas a remolque del contrario, si no te pones nunca de gol, ¿cómo vamos a ganar?
No obstante, el Sevilla se pudo llevar el encuentro en los últimos minutos tras generar tres buenas aproximaciones. Luis Fabiano, en un córner botado por Capel, cabeceó al larguero y el propio Capel no pudo culminar con acierto una contra con un disparo al lateral de la red, mientras que Luis Fabiano llevó el miedo a la afición local con un disparo desviado en el tiempo añadido.
Un punto es un punto, como diría el recordado Vujadin Boškov, pero si al peor Osasuna de los últimos años, le planteas un partido a la contra, no vas a por él, le regalas setenta y cinco minutos de partido, no le asustas hasta el último tramo, el desencanto, la frustración y el desánimo se apoderan del sevillismo.
Por muy terceros que seamos.
Nos tendremos que agarrar al puntito, aunque es muy escaso el botín para un equipo que aspirar a quedar en Champions
ResponderEliminarTendremos que sentenciar frente al Depor
Un saludo