miércoles, 30 de junio de 2010

A enemigo que huye, puente de plata. Perez Burrull y Bernardino González Vázquez, dejan el arbitraje.


Dejar la comisión de árbitros de la FIFA en manos de la Federación Española de Fútbol, es como poner al zorro vigilando el gallinero. El batacazo tenía que llegar y llegó de la forma más lamentable que imaginarse uno pueda.
Las pifias del gol no concedido a Inglaterra a pesar de que la pelota rebasa casi medio metro por detrás la línea de gol, y el regalo a Argentina en modo de gol concedido en inaudito fuera de juego - Tévez no tiene a nadie por detrás, y la reglamentación dice que tiene que haber dos futbolistas del equipo contrario- han hecho un daño tremendo al fútbol.

Hasta el mismísimo Blatter, jefe todopoderoso de la FIFA, y adalid, hasta ahora, de impedir a toda costa que la tecnología entre en el fútbol, ha tenido que corregir la actitud lastimosa, pendenciera y cobarde de Carlos García Aranda, ex-arbitro español de los que gustan en la Meseta, que ante tamaño escándalo internacional y casi diplomático, todavía trataba de justificar lo injustificable. Aquella tarde en Sudáfrica será recordada durante mucho tiempo por el mal que le hizo al fútbol. El mismo daño que se le hace cuando en el fútbol español, en cualquiera de nuestras competiciones, arbitruchos de la talla de Pérez Burrull, soplapitos a sueldo del poderoso e inquisidor de Osasuna, o el malévolo pistolero llamado Bernardino González Vázquez, conocido por su afán justiciero – de ajusticiar- a los futbolistas del Sevilla Fútbol Club, hacen – hacían porque afortunadamente ya han anunciado su retirada de los campos de juego, presuntamente porque se temían un descenso técnico de categoría que su orgullo no podía permitir – que el fútbol en España sea algo más sucio de lo que ya es.

Sin Pérez Burrull y sin Bernardino González Vázquez, el fútbol en España sale ganando.

Aunque para que todo no sea bueno, ya nos anuncian que una de esas dos plazas vacantes las ocupará el hermano de Teixeira Vitienes, del Colegio Cántabro y delfín de su paisano y Presidente del Comité de árbitros, Victoriano Sánchez Arminio. Será la primera vez que en Primera División piten dos árbitros hermanos en la misma categoría, y los dos de Cantabria la tierra del jefe. ¿Por qué será?

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