lunes, 29 de agosto de 2011

Prueba superada

No era una final, pero si un partido que había, no sólo que ganar, sino además, tenía que servir para despejar esas incipientes dudas que la desoladora eliminación de la UEFA había sembrado en la afición.

Se ganó, se jugó bien y el entrenador acertó de pleno juntando más el equipo, equilibrando mejor las líneas y no dando ninguna opción al equipo rival de entrar en el partido. Resultado muy corto para lo visto en el césped y tres puntos que sirven para calmar los ánimos, pero también para que el cuerpo técnico y la dirección deportiva apuntalen algunas carencias en la plantilla. A nuestro equipo no le vendría mal, (Es mi punto de vista), reforzar la defensa con un central zurdo que libere a Escudé de jugar siempre, y también potenciar la delantera con un jugador que supla las veces en las que Kanouté o Negredo, no estén en condiciones de saltar al campo.

Hablando de Negredo. Creo que es justo reconocer sus méritos, su esfuerzo en cada partido, y sobre todo, sobre todo, su implicación con el grupo. Él es el primero que sabe que es un futbolista distinto al gran Luis Fabiano, pero quienes no hace mucho lo calificaban de “paquete”, deberán reflexionar sobre ello. Desde que se siente valorado, Negredo está volviendo a ser aquel futbolista que se salió en el Almería, y su paso por la selección, le ayudará a crecer aún más.

No quiero terminar este post sin referirme a la primera impresión que saco de esta liga empobrecida y descapitalizada futbolísticamente que acaba de empezar. Al margen de la paliza merengue al Zaragoza, algo natural teniendo en cuenta que se enfrentaban un equipo multimillonario y otro en ley concursal, la sensación que me ha dejado esta primera jornada es la de una liga desnaturalizada, inferior, endeble y raquítica. Se han ido grandes figuras a la Premier inglesa, (Egea, Agüero, Mata, Silva), la mayoría de los equipos han tenido que vender sus mejores futbolistas para sobrevivir (Cazorla, Osvaldo, Mata) y el nivel medio de la mayoría de los equipos dejan mucho que desear.

El futbol en España languidece y ver en la TV la mayoría de los partidos aburre, salvo que uno sea forofo de algunos de los contendientes. La disparidad horaria de los partidos en el fin de semana, deja las gradas semivacías, y muy pronto, el futbol dejará de interesarle a la mayoría. Cuando llegue ese momento, y no está muy lejos, las televisiones cerrarán el grifo y se acabó el invento. Todavía están a tiempo de arreglarlo.

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