En medio de una espectacular repercusión mediática acerca de esa preciosa frase que lucirán nuestros futbolistas en la camiseta (sombrerazo, una vez más, para el departamento de marketing que dirige Manuel Vizcaíno), visitamos mañana sábado uno de los templos futbolísticos de España y de gratísimo recuerdo para la memoria colectiva del sevillismo. No en vano allí conquistamos nuestro último título de Campeón de España en un partido inolvidable para todo el sevillismo y especialmente para todos los que estábamos en la grada.
Mañana las circunstancias serán otras. Nos espera un rival de enjundia, un equipo de ensueño y unos futbolistas de leyenda que pasarán a la historia del futbol mundial como el mejor equipo de fútbol de todos los tiempos. Pero la previa ha quedado marcada por la respuesta, - acertadísima en mi opinión – del Sevilla Fútbol Club, a las continuas ofensas políticas de la derecha catalana representada en este caso, por Artur Más y Durán i Lleída.
Quienes se rasgan las vestiduras, en Cataluña y también fuera de Cataluña, porque consideran que no es el césped de un campo de futbol donde debe dirimirse esa controversia, ignoran que fue el FC Barcelona, uno de los primeros equipos en lucir su insignia autonómica “la senyera” en su casaca, llevando al futbol su identidad catalanista. O que fue Laporta el que abusó de su cargo cuando utilizó la tribuna mediática que le ofrecía el Palco del Camp Nou, para hacer campaña política por su apuesta independentista. O que los futbolistas vascos se negaron a jugar un partido con la selección de Euskadi si no era bajo la denominación “Euskal Herría”.
El Sevilla Fútbol club, repito, en una acertadísima decisión del departamento de marketing, solo hace plasmar en su gloriosa casaca blanca, aquello que venimos pregonando machaconamente desde que Del Nido es Presidente: Sevillanos en Andalucía, Andaluces en España, y Españoles en el mundo. Unas declaraciones irrespetuosas y humillantes contra nuestra tierra y nuestras gentes, se merecían tamaña y contundente respuesta. Respuesta por otro lado nada oportunista. No será ni la primera ni la última vez que el Sevilla Fútbol Club luce en su camiseta la defensa de Andalucía. Lo hizo cuando la crisis del pepino en el poniente almeriense, o en las dos finales de Copa recientes frente a Getafe y Atlético de Madrid, respectivamente.
Y ahora hablemos de futbol, porque mañana si hay de verdad un duelo en la cumbre de la Liga entre dos de los equipos más en forma del campeonato. El intratable FC Barcelona, ratero en los despachos, pero excelente equipo en la yerba, y nuestro Sevilla Fútbol Club, grande fuera y dentro del césped.
Si es cierto que a largo plazo, merengues y culés son inalcanzables, a un solo partido la cosa cambia. El Sevilla, si el equipo se lo cree y Mesi y compañía no tienen su día, puede ganarle a cualquiera, por muy grande que sea el rival. Aunque, por si fuera poca la dificultad, además del ladrón de guante blanco que nos espera, estará en el césped, un ladrón de guante negro que responde al nombre de Iturralde González. Demasiados obstáculos en el camino para arañar algunos de los puntos en juego, pero hay que recordar que si alguien sabe ganarle en su guarida al equipo de Pep Guardiola, es, como diría mi admirado Jesús Alvarado, el Equipo Grande de Andalucía, el Sevilla Fútbol Club.
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