miércoles, 5 de enero de 2011

El Rey de Copas, se paseó en la cabalgata de Málaga

Se cumplieron las expectativas y los dos goles de diferencia de la ida fueron una losa demasiado pesada para un equipo en construcción como el Málaga. Muchas cosas en positivo en este partido de vuelta, al margen, claro está, de lo fundamental, que era pasar de ronda y esperar rival en cuartos. Lo primero es que continúa la dinámica ganadora del equipo que poco a poco, y con la recuperación de algunos futbolistas determinantes, empieza a coger nuevamente la onda ganadora. En segundo lugar, el hecho fundamental de que volvamos a dejar nuestra portería a cero. En ese sentido, se me antoja fundamental la posición de Martín Cáceres en el lateral derecho. Es indudable que aporta consistencia defensiva a un equipo que era prácticamente un coladero. Otro elemento que seguro que revierte en la autoestima del grupo, es el dejar atrás, ridiculizándolo casi, al Málaga, uno de los equipos a los que nuestra víctoria se le vuelve más amarga. Impagable ha sido ver gozar y disfrutar a nuestros queridos Biris en la grada de la Rosaleda y enmudeciendo con sus olessssssssss, los insultos de la afición malacitana hacía nuestro equipo y nuestra ciudad.

Preocupante no obstante, algunas cosas que aunque con el cero a tres pueden parecer nimias, si son importantes de corregir porque seguro que ante equipos de mayor solvencia, suelen pagarse caro. Nos referimos a las continuas y espantosas pérdidas de balón en el centro del campo a cargo de los futbolistas de medio campo: Zokora y Renato principalmente. O la desesperante tozudez de Alexis por dar la pelota al contrario en cada salida de balón. Pero quizás lo peor de todo ha sido ver a Navas pidiendo el cambio y luego con la bolsa de hielo en el tobillo. Habrá que ver su evolución porque una nueva lesión del palaciego, sería para echarse a temblar.

Magnifico regalo de reyes el que nos ha dado nuestro equipo en esta noche mágica donde la ilusión se desborda por las calles de Sevilla. Los Reyes Magos de Oriente han visto como el Rey de Copas continua adelante representado a la ciudad de Sevilla.

¡Que seáis buenos! Y dejad las zapatillas blancas en el balcón. Seguro que viene Melchor, que por algo tiene la capa roja y la barba blanca, y os deja muchos regalos.

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