El Rey de Copas no dobla la rodilla

Ni con el dos a cero, ni con el tres a uno. Este equipo que sigue defendiendo como en un patio de colegio, que tiene un problema muy serio en los laterales, que tiene a los dos centrales que han jugado hoy en un estado físico lamentable, que tiene enormes lagunas en el centro del campo, que a Navas se le nota los tres meses de inactividad, que Perotti sigue sin ser el mismo de antes de su lesión, que Capel ha perdido su mayor virtud: la punta de velocidad y el desborde por fuera que lo hizo internacional, que Luis Fabiano se cae antes del partido, que tiene a un desconocido Zokora como pivote defensivo y demasiadas veces se le ve las vergüenzas...con todos esos defectos, el equipo ha sabido hoy competir en uno de los terrenos de juego más difíciles de la Primera División.

Esa capacidad de esfuerzo colectivo, de sacrificio físico, de remar con el equipo y para el equipo, de superación ante la adversidad, es lo que nos ha permitido hoy traernos un buen resultado para el partido de vuelta en la bombonera de Nervión. La Copa es una competición que requiere muchísima concentración en todo momento; cualquier distracción te cuesta caer eliminado. Cualquier error te deja fuera de la siguiente ronda. Y hoy en el Madrigal, el Sevilla Fútbol Club, el equipo más grande del Sur de Europa, ha salido vivo de una ratonera amarilla que en cuanto te descuidas, te saca del partido y de la eliminatoria. Le paso al Valencia el otro día, y ha estado a punto de pasarnos hoy a nosotros. Pero afortunadamente, hemos demostrado que seguimos siendo un equipo que sabe competir, que sabe leer las eliminatorias, que aprovecha sus oportunidades y que nunca baja los brazos. Como no los baja Romaric, (enorme su partido) ni Negredo, (excelente igualmente) y Kanouté, que es el alma de este equipo y que con su sola presencia en el terreno de juego, nos hace respirar mejor.

En Nervión se decidirá quien pasa. Y con este empate a tres, estamos un poquito más cerca que el Villareal para plantarnos, otra vez, sería la quinta en los últimos nueve años, en las semifinales de la Copa del Rey. Y solo basta para eso, dejar la portería a cero, nuestra asignatura pendiente esta temporada. Pero pasaremos, seguro.