sábado, 14 de febrero de 2009

¿Una final en febrero?


El Sevilla Fútbol Club tiene mañana domingo en la montaña mágica de Montjuic, la oportunidad y la necesidad de romper la dinámica perdedora con la que ha afrontado la segunda vuelta del campeonato nacional de liga.

Es el cuarto partido consecutivo que disputaremos frente a rivales inferiores, - al menos eso dice la clasificación- y el equipo necesita ya el bálsamo de la victoria ante los periquitos.

No pinta bien, en principio, la visita del Sevilla Fútbol Club a Barcelona. La diáspora de nuestros internacionales con Francia, (Squillaci y Escudé) Brasil, (Adriano), Mali,(Kanouté), Serbia, (Dragutinovic), Costa de Marfil (Romaric) y España, (Capel) y las bajas de Duscher por sanción y las de Acosta, Escudé, Luis Fabiano, Chevantón, Konkó, Koné y Javi Navarro por lesión (son siete, no?) han impedido que el equipo haya podido preparar con la tranquilidad necesaria ese importante partido que se juega en el estadio olímpico de la ciudad condal el domingo a las siete de la tarde.

Pero un equipo grande tienes jugadores grandes que juegan miércoles y domingo temporada tras temporada. Es el peaje que hay que pagar cuando se tiene a un equipo campeón.

Y con esas premisas nos vamos a Barcelona a disputarle los tres puntos en juego a uno de los colistas de la liga. Es curiosa la paradoja. Ambos equipos jugábamos hace apenas año y medio la final de la UEFA en aquella noche histórica de Glasgow que nos hizo bicampeones de Europa.

Desde aquella final, los caminos de Español y Sevilla se han ido separando como dos líneas divergentes.

Uno, el equipo periquito está en crisis. Va penúltimo en la liga, echó al entrenador que le acercó a la gloria en la UEFA y ahora su objetivo es no bajar a segunda división.

Otro, nuestro Sevilla Fútbol Club, también –dicen algunos – está en crisis. Aunque cueste entenderlo. Vamos tercero en la liga y nos falta un pasito para estar en la final de la Copa del Rey en Valencia.

Pero ironías aparte, el partido contra el Espanyol, trae, para los dos equipos, una presión añadida como consecuencia de los malos resultados cosechados en las ultimas jornadas por ambas escuadras.

Venirse de vacío de Montjuic, sin ser irreversible, si tendrá trascendencia sobre el futuro del equipo que dirige, con muchas dosis de irregularidad, Manolo Jiménez.

A estas alturas de la competición, los tres puntos en juego cobran mayor importancia para los objetivos deportivos de cada equipo. La obligación es ir por el partido desde que el balón eche a rodar sin dar tregua ni margen al equipo albiazul.

Después, fútbol es fútbol, como dijo el amigo Bujadin Boskov, y se podrá perder, empatar o ganar. Pero nadie deberá salir de Montjuic con la sensación de que no se puso todo lo que había que poner en el césped para traernos la victoria.


2 comentarios:

  1. Eso es esencial, ya que si salimos a por el partido creo que nos lo podemos llevar. El problema es cuando dejamos que se nos echen encima y después toca el esfuerzo extra para remontar.
    Un Saludo

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  2. Ojú que trabajito pa poder ganar, pero que necesario. A ver si el sábado con mas tiempo de descanso y si es posible con la recuperación de algunos jugadores podemos hacer un buen partido. Por encima del Sevilla FC. por cierto nada mas que hay dos equipos .

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